
EFE / VÍDEO: YOUTUBE
- Lo ha desarrollado tras 3 años de trabajo Daniel Perlman, de la Brandeis University, en Massachussetts.
- La clave está en un atravieso de 2 milímetros de ancho y uno de profundidad en el cuello de la botella.
Es una escena común. Cogemos una botella de vino, llenamos una copa, mas cuando enderezamos nuevamente la botella, una gota traicionera se queda fuera, cayendo al mantel o bien dejando un indicio a lo largo del vidrio. Mas al fin hay una solución.
La ha creado Daniel Perlman, biofísico de la Universidad de Brandeis, en Massachussetts, en USA. Tras 3 años examinando el motivo por el cual la gota de vino se salía siempre y en toda circunstancia, ha creado un sistema para evitarlo. Y es fácil.
La clave está en un atravieso de 2 milímetros de ancho y un milímetro de profundidad en el cuello de la botella. Perlman utilizó una herramienta de corte de diamantes para crearlo. Cuando el vino procura recorrer el cuello de la botella, se halla una abertura. Como es imposible que el vino fluya cara arriba por la fuerza de la gravedad, el líquido se ve ‘obligado’ a proseguir la corriente en la botella.