En los últimos años, la generación Z, también conocida como Zillennials, ha liderado una auténtica revolución estética rescatando numerosas tendencias de los años 2000. Entre los referentes que han regresado con fuerza están las muñecas Bratz, íconos de estilo que marcaron a una generación y que ahora vuelven a ser protagonistas gracias a la moda, las redes sociales y la nostalgia.
Las prendas que antes llevaron celebridades como Mariah Carey o Britney Spears están siendo reinterpretadas por nuevas figuras como Dua Lipa y Bella Hadid. El famoso top con forma de mariposa, los pantalones de tiro bajo o los escotes palabra de honor que lucían Sarah Jessica Parker o Paris Hilton, hoy forman parte esencial del armario de influencers y modelos como Kylie y Kendall Jenner.
Este renacimiento de la estética Y2K (Year 2000) no solo ha invadido las pasarelas y el ‘street style’, sino que también ha traído de vuelta a las Bratz, unas muñecas que hace dos décadas llegaron a rivalizar con la mismísima Barbie en popularidad. Ahora, sus estilismos y su actitud vuelven a estar en el centro de atención, gracias sobre todo a la plataforma TikTok, donde los vídeos relacionados con ellas acumulan millones de visualizaciones en tiempo récord.
Las Bratz, conocidas por su estilo atrevido y su fuerte personalidad, se han convertido en un símbolo de empoderamiento y expresión creativa para los jóvenes actuales. Las plataformas XXL, los vaqueros rotos, los tops de cuello halter, los cinturones metálicos y el maquillaje de fantasía inspirado en la serie Euphoria son elementos clave de este look que ha conquistado las calles. Los labios perfilados en tonos nude y los peinados arriesgados completan una estética que mezcla lo retro con lo contemporáneo.
Además, las muñecas Cloe, Sasha, Yasmin y Jade han tenido su propio momento en televisión. En la última temporada de Euphoria, las protagonistas Maddy (interpretada por Alexa Demie) y Cassie (Sydney Sweeney) fueron recreadas en versión Bratz para una campaña promocional, reforzando la conexión entre la moda de la serie y la influencia de estas muñecas en la cultura pop actual.
Jasmin Larian, diseñadora y fundadora de la marca Cult Gaia, es una de las impulsoras de este renacer Bratz. En sus palabras, “las fans han crecido y ahora están cumpliendo los sueños que tenían de niñas gracias a las muñecas. Bratz fomentó la imaginación, la pasión por la moda, el espíritu rebelde… Fue la voz de una generación que hoy puede expresarse libremente gracias a lo que esas muñecas les inspiraron”.
El fenómeno también ha llegado al mundo de la alta costura. Varias firmas han colaborado con la marca Bratz para crear colecciones cápsula que rinden homenaje al estilo provocador y divertido de estas muñecas. En redes sociales como Instagram, no faltan los estilismos que reinterpretan sus outfits con un toque moderno, demostrando que su impacto sigue más vivo que nunca.
Más allá de una simple moda pasajera, el regreso de las Bratz representa un movimiento cultural que mezcla nostalgia, identidad y deseo de diferenciación. La generación Z no solo revive el pasado, sino que lo transforma para adaptarlo a su propio lenguaje visual, a su forma de entender la libertad y a su relación con la estética y la autoexpresión.
Así, dos décadas después de su nacimiento, las Bratz siguen marcando tendencia, esta vez de la mano de una generación que ha encontrado en ellas un espejo para construir su estilo y su voz.